Muere Alfredo Villa González, secretario jubilado del ayuntamiento de Gijón

Alfredo Villa González, quien fuera secretario general del ayuntamiento de Gijón, entre 1969 y 1990, cuando cesó por jubilación tras treinta años de servicios en el ayuntamiento Gijonés, fallecía este jueves en su Gijón natal a los 82 años de edad.

Y es que Alfredo Villa era, ante todo, gijonés. Nació en el barrio de El Carmen el 1 de Julio de 1925, creció en la calle Ruiz Gómez y estudió el Bachillerato en el Instituto Jovellanos antes de iniciar sus estudios de Derecho en la Universidad de Oviedo. En una entrevista concedida, Alfredo Villa recordaba cómo su padre le había animado a presentarse a las oposiciones describiendo las bondades de ser un secretario de Ayuntamiento. «El secretario del Ayuntamiento es el puñeteru amu», le dijo. Villa aprobó las oposiciones a la primera. Con la misma brillantez que había demostrado en todas las etapas de su vida como estudiante.

Su primer destino, tras aprobar las oposiciones a secretario de Ayuntamiento, fue Belmonte de Miranda, donde pasó diez años hasta conseguir regresar a casa.
Su relación laboral con el Ayuntamiento Gijonés comenzó en 1961, al ocupar el cargo de oficial mayor, pero tuvo que esperar ocho años hasta que en 1969 la Dirección General de Administración Local le nombrara sustituto de Gregorio Llanes Aurré.

Los treinta años de vida municipal sirvieron a Alfredo Villa para observar de primera mano la labor política de seis alcaldes -Cecilio Oliver Sobera, Ignacio Bertrand, Luis Cueto-Felgueroso, Pedro Lantero, José Manuel Palacio y Vicente Álvarez- y participar de manera activa en el proceso de transición política en el Ayuntamiento gijonés. Del alcalde Pedro Lantero todavia se recuerda su famosa frase «esto no es la villa de Gijón, sino el Gijón de Villa», dedicada a Alfredo Villa.

Alfredo Villa no fue sólo un secretario del Ayuntamiento de Gijón. Durante veinte años ocupó el cargo de presidente del Colegio de Secretarios, Interventores y Depositarios de Administración de Asturias y también ejerció como profesor asociado de Derecho Administrativo en la Universidad de Oviedo.

Alfredo Vila llevó a cabo una inolvidable labor organizativa en el Ayuntamiento Gijonés presidida por la entrega y la rectitud, que le hicieron merecedor de la máxima distinción, la medalla de Oro de la Villa (por acuerdo de pleno de 28 de Junio de 1990) y del cariño y el reconocimiento de cuantos con él colaboraron. Era el máximo reconocimiento a toda una vida profesional

Tras la jubilación siguió activo ejerciendo la abogacía en su propio despacho. Su labor profesional se complementó con una intensa labor social y cultural en la ciudad donde tuvo especial relevancia su interés por los asuntos jovellanistas. Villa asumió también la presidencia de la asociación de antiguos alumnos del Instituto Jovellanos y mantuvo en todo momento un alto grado de participación en todos los eventos que se desarrollaban en la ciudad, cuyo pasado y presente eran motivo de su constante interés y estudio.

De hecho, el pasado día 6 ejercía de anfitrión en la tradicional reunión de antiguos alumnos del Instituto Jovellanos, cuya asociación presidía desde hace años.

Alfredo Villa había sufrido un infarto en 1974 y desde entonces, aseguraba, «no fumo, no conduzco y no he vuelto a El Molinón». El pasado martes ingresó en el hospital con problemas cardiacos y falleció en la madrugada de ayer. El Ayuntamiento ha pedido a todos los gijoneses que se sumen a la despedida de Alfredo Villa, medalla de oro de Gijón.

El funeral por Alfredo Villa González se oficiará hoy a la una de la tarde, en la iglesia de San Pedro.