15 consejos para el nuevo habilitado nacional

Extraído del blog  delaJusticia.com   EL RINCÓN JURÍDICO DE JOSÉ RAMÓN CHAVES

 

Un amigo se ha convertido en flamante habilitado nacional, y tras tomar posesión de su plaza, me ha pedido algún consejo para un futuro que se le antoja como la subida al Everest.

Sin que yo quiera encasillarme como hombre jurásico, mi amigo me consulta porque cuento con treinta y cinco años de servicio público, habiendo pasado por técnico, letrado público, profesor y magistrado.

Desde aquí le tranquilizo, y aprovecho para dictarle los consejos como los daría un sherpa con cierta experiencia montaraz a todo alto funcionario, con mando en plaza.

A bote pronto, y aunque en extenso ya abordé las reglas de supervivencia de cualquier funcionario (“Ser funcionario en tiempos difíciles”) me atrevo a sugerir estos quince consejos que si bien se refieren a habilitado en el mundo local, valen mutatis mutandis, para cualquier funcionario de cualquier administración, e incluso si se me apura, para cualquier abogado integrado en un bufete:

1.- La Administración ya funcionaba antes de que tomes posesión y seguirá funcionando cuando te vayas; no intentes pasar a la historia.

2.- Las cosas están así por algo, y descubrir ese algo es muy importante antes de cambiarlo;

3.- El interés general a veces es más “interés” que “general”.

4.- Ser alcalde o concejal dota de poder pero no de infalibilidad, ni autoriza a atropellar, ni su legitimidad democrática implica que su criterio prevalezca sobre la legalidad que impone la Constitución;

5.- Ser habilitado es una alta y noble responsabilidad: no hay que olvidar que nadie regala la habilitación, fruto de sacrificio de tiempo, estudio y dinero; dado que no se ha regalado, no se está obligado a ir más allá de lo que marca la ley y la lealtad institucional (siendo muy distinta la “lealtad institucional” de la “lealtad política”).

6.- Todo es importante y todo es urgente a los ojos del político, pero tú debes ver los problemas con tus propios ojos, los del funcionario, desde el conocimiento y el sano distanciamiento;

7.- Los recursos humanos son los que plantean los recursos más inhumanos; se pierde mucho tiempo y energías en mantener la paz social entre el personal.

8.- La vida municipal tiende a ocupar todo el tiempo disponible del habilitado, pero la vida privada debe convertirse en un reducto inexpugnable. Lo excepcional no debe convertirse en habitual.

9.- Si algo se solicita con extrema urgencia, desconfía. Si algo te lo piden aduciendo “intereses políticos”, desconfía. Si algo se tramita a tus espaldas, desconfía. Si se nombra a alguien de confianza política, con funciones de “coordinación”, desconfía. Si te dicen sin solicitarlo tú, que se va a incorporar alguien para ayudarte, colaborar o completar tu labor, desconfía.

10.- Si alguien critica la justicia o la aplaude, según le favorece o perjudica, desconfía.

11.- Respetar y hacerse respetar siempre van íntimamente unidos.

12.- No todo el que te alabe por tus informes es tu amigo, ni quien te critique es tu enemigo. Valora las razones de quien te juzga.

13.- No hay buenos generales sin buenos colaboradores, y la lealtad de éstos se cultiva con empatía y saber decir “gracias”, o “tranquilo, yo asumo la responsabilidad”.

14.- No te duermas en los laureles: tu fortaleza reside en tu formación completa y actualizada.

15.- No te ciegue el dinero, pero lucha por las retribuciones que reclama tu dignidad como persona, profesional y funcionario.