Fallece el ex interventor municipal de Gijón y medalla de plata de la ciudad, Jesús Ferrero Carbajo

Jesús Ferrero Carbajo, que fuera viceinterventor del Ayuntamiento de Gijón desde 1966 y desde 1976 hasta 1992 interventor de fondos, condecorado además, tras su jubilación, con la medalla de plata de la ciudad, falleció ayer a los 83 años de edad, víctima de una dolencia cardiaca que arrastraba desde hace tiempo.

Jesús Ferrero, padre de cuatro hijos, había nacido en la localidad toledana de Villanueva de los Caballeros y era licenciado en Derecho, perito mercantil y diplomado en Administración Local.

Estudió Derecho en Madrid, aunque terminó la carrera en Oviedo. Tras sacar la oposición correspondiente, ejerció en primer lugar como viceinterventor en Piedras Blancas.

Tambien ejerció como interventor en los ayuntamientos de Carreño y Castrillón.

A partir de 1966 se desempeñó como viceinterventor en el Ayuntamiento de Gijón, hasta que en 1976 sustituyó como interventor de fondos a Julio Blanco.

Durante su estancia en el Consistorio gijonés coincidió con cinco alcaldes diferentes del municipio: Ignacio Bertrand y Bertrand, Luis Cueto-Felgueroso, Pedro Lantero, José Manuel Palacio y Vicente Álvarez Areces. En 1992, coincidiendo con su despedida del Ayuntamiento, recibió la Medalla de Plata de la Villa.

Una vez jubilado y liberado de sus obligaciones municipales, prestó servicio varios años como asesor económico en la Corporación de Villaviciosa.

El ex consejero de Economía del Principado y ex presidente de Cajastur Faustino González Alcalde, con quien el fallecido mantenía una larga amistad, recordaba ayer que «la característica fundamental» del jurista era la prudencia. «Hablaba sólo cuando tocaba y punto». Como funcionario destacó que era «un hombre muy eficaz y meticuloso», cualidades que ponía al servicio de su cargo que no era otro que controlar y fiscalizar los gastos y los ingresos públicos, así como llevar la contabilidad municipal. «Fue una compañía impresionante y trabajar con él era una tranquilidad absoluta», aseguró, conmocionado por la noticia, González Alcalde, quien coincidió con Jesús Ferrero en su etapa de interventor en Gijón como depositario de fondos.

La estrecha amistad entre ambos continuó después de sus respectivas jubilaciones y, por eso, González Alcalde, sabedor de su melomanía, le llamó para que le acompañase como tesorero cuando fue nombrado presidente de la Sociedad Filarmónica de Gijón.

Además de la música otras de sus aficiones eran jugar al tenis y caminar, dedicaciones de las que disfrutó hasta que la salud se lo permitió. Por ese motivo no era difícil cruzarse con él por la ciudad mientras daba uno de sus paseos, siempre impecablemente vestido. A pesar de sus problemas médicos, sus familiares aseguran que en los últimos años pudo gozar de una buena calidad de vida.

Su hija mayor ha seguido sus pasos en el mundo del Derecho y actualmente trabaja en el servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Gijón. Sus allegados también destacan que, tras su aire circunspecto y reservado, había «un profundo creyente, una buena persona y un hombre muy responsable y estricto, tanto en su vida profesional como en su vida familiar».

El funeral por su eterno descanso se celebrará hoy, a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de San Lorenzo, templo donde contrajo matrimonio con la que fue madre de sus cuatro hijos, María Josefa Rodríguez Álvarez. Posteriormente, sus restos mortales se trasladarán al tanatorio de Cabueñes, donde serán incinerados.