El crimen del Secretario

Escrito por   Jaime García Reyero (Agosto 1992).

En esta ocasión me voy a referir a un suceso que puso a Alar en el candelero de todas las noticias y todos los comentarios españoles. Me refiero al asesinato del secretario del Ayuntamiento a manos del alarense Eliseo Garcia González.

El hecho ocurrió a primeros de noviembre de 1931. Por aquellos años el crimen en sí hubiera pasado desapercibido y hubiera sido uno de tantos que se cometían en España, que por aquellas fechas vivía el desconcierto de la IIª República, implantada en abril de ese mismo año, con un gobierno provisional y un clima de huelgas por doquier, robos, asaltos, motines, cuando no revueltas y levantamientos de obreros, que desembocaron en la famosa Revolución del 34 de trágicas consecuencias y peores recuerdos para zonas palentinas como Guardo y Barruelo, donde tuvo que intervenir el ejército.

El crimen cometido por Eliseo Garcia se vio rodeado de una serie de circunstancias que le convirtieron en un suceso de grandes dimensiones. La prensa palentina (El Diario Palentino) lo expuso como un crimen Execrable y horrendo.

EL CRIMEN EN LA PRENSA PROVINCIAL

El Diario Palentino de aquellas fechas decía así: Un crimen exacrable ha conmovido profundamente la pacifica vida de esta villa laboriosa, donde quizás, como en ninguna otra, ha reinado siempre la mayor conformidad entre sus clases sociales; donde no se conocen luchas enconadas, porque, si bien, cada una procura mejorar su condición -cosa muy justa- también es necesario hacer constar que no se conoce la miseria y el hambre, ni el problema del paro forzoso que lleva a la violencia en otros puntos de la nación a los infelices que lo padecen. La victima del suceso ha sido don Matías Diez, el cual ejercía el cargo de secretario en el Ayuntamiento de Alar del Rey y juzgado, persona apreciadísima, honorable e inteligente, y, sobre todo, que carecía de enemigos personales dado su caracter serio y bondadoso. Contaba 65 años y 33 que estaba en el ejercicio del cargo, hasta que una mano alevosa y cobarde, que empuñaba la escopeta, destrozó de una perdigonada la venerable cabeza de este funcionario y querido convecino, quedando su cuerpo tendido en tierra, en medio de un charco de sangre.

COMO SUCEDIERON LOS HECHOS

Seguía informando el Diario Palentino a través de su corresponsal Palas, con adjetivos más o menos rimbombantes: En el salón de actos del Ayuntamiento se estaba celebrando una reunión de patronos y obreros para ver de llegar a un acuerdo mutuo en el conflicto que estaba planteando. El edificio del Ayuntamiento, retirado unos metros de la linea de casas y aislado de las inmediatas, forma con la tapia de una de ellas un callejón o pasadizo muy oscuro, pues carece de alumbrado. Este fue el sitio elegido por el asesino para escondite y acecho. Sobre las ocho y media de la noche, y una vez disuelta la reunión, salían los últimos el señor alcalde, el alguacil y el secretario. Este se separó de ellos para evacuar una necesidad y se fue en dirección al citado callejón. Inmediatamente se vio un fogonazo y se oyó una detonación a la que nadie concedió importancia, atribuyéndolo a un cohete, hasta que salieron unos niños gritan ¡ Hay un hombre muerto! A sus gritos empezó a acudir gente, contemplando con espanto que era don Matías el que agonizaba, terriblemente desfigurado por el tiro, recibido a bocajarro y arrojando sangre a cada contracción de sus músculos. Como aún respiraba, se le recogió con todo cuidado, transladandole al salón de sesiones, donde falleció sin pronunciar palabra a los pocos momentos.

EL AUTOR

En los primeros días ni se sospechó quién podía haber sido el autor del homicidio. Muchos lo atribuyeron a las disputas y conflictos laborales que primaban entonces. La guardia civil dio orden de que se entregaran todas las escopetas de caza del pueblo. Pero pronto las sospechas recayeron en Eliseo García que ese mismo día del crimen huyó de casa abandonando la vieja escopeta de caza con la que consumó el crimen.

Eliseo contaba 35 años, estaba soltero y se dedicaba a la venta de maquinaria agricola a comisión. Vivía con sus padres y llevaba una vida de señorito, sin preocupaciones, siempre con amigos, de fiesta y sin querer saber nada del trabajo en la fragua de su padre, que era herrero.

CAUSA DEL CRIMEN

En principio la prensa y el Gobierno Civil intentaron despolitizar el crimen, presentandolo como obra de un maniático o un loco y que nada tenia que ver con los conflictos sociales y políticos (la gran preocupación del Gobierno por que se veía desbordado en la mayoría de las provincias).

Al secretario, Matías Diez, nos lo presenta el corresponsal de Alar como un hombre serio, bondadoso, todo un caballero, amigo de todos y que carecía de enemigos (lo cual se demostró que no era así).

Nada más producirse los hechos se presentaron en Alar el Gobernador Civil, el teniente coronel de la Guardia Civil, un capitan y un teniente, así como varios números de Aguilar y Herrera. Sin duda el temor a una revuelta o a males mayores estaba presente.

Por otra parte hay que tener en cuenta que en aquellos años la prensa estaba maniatada y manipulada, que los gobiernos civiles daban gato por liebre cuando les convenía y que la censura era atroz.

El crimen de Eliseo fue un crimen politico. El secretario don Matías no era tan perfecto como nos lo presentan. La realidad completa no se escribió en El Diario Palentino.

Entre el secretario y el padre de Eliseo, Adrián García Escudero había una gran rivalidad y enemistad. Adrián, además de ser Juez de paz, era el representante principal de un partido politico en Alar y en toda la comarca. Por otro lado, don Matías Diez lo era del partido político contrario y siempre andaban a la gresca y los enfrentamientos fueron continuos.

La mañana del crimen, Adrián Garcia recibió un anónimo amenazándolo. Lógicamente culparon del escrito al secretario y por eso el hijo, Eliseo, muy impulsivo sin lugar a dudas, se fue a por él sin pensárselo dos veces.

DETENCION DEL CRIMINAL

Según la prensa, Eliseo fue detenido en Miranda de Ebro al bajar del tren. Después desmintió la información y dijeron que habia sido detenido en casa de su hermano Mariano. No fue exactamente así.

Eliseo, al huir de Alar se dirigio a Miranda de Ebro con intención de pedir ayuda a dos de sus hermanos ferroviarios que residian allí y así poder pasar a Francia. pero, uno de ellos, Mariano, le convenció para que se entregase a la justicia, lo cual hizo de inmediato.

EL JUICIO

Y después llegó el juicio y Alar volvió a salir aireado por doquier. Un famoso abogado criminalista de izquierdas fue el defensor de Eliseo. Eso llamó aún más la atención. Y cuando el reo entró en la sala del juicio acompañado por la guardia civil, gritó ¡ viva el pueblo de Alar !, siendo coreado por todos los asistentes.

En resumen, Eliseo García fue condenado a ocho años de cárcel y ahí se acabó todo. después el tiempo, se encargo de ir disipando poco a poco este suceso hasta olvidarlo.