Massaguer i Mir, Ramón

Ramon Massaguer Mir, fue jurista, secretario de administración local de categoría superior y mi maestro en este oficio .

Hoy, en la sede del Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona, el Colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local de Barcelona entrega el premio de investigación que lleva su nombre. Él mismo y otros secretarios de su generación, como Jaume Sánchez Isac, fueron continuadores de una larga tradición de juristas de esta tierra que mantuvieron -en tiempos de dictadura- una concepción de servicio público aparejada al rigor y equidad en su actuación que enlazaba con la de los secretarios de ayuntamiento de la época republicana.

Ramón Massaguer ingresó en el cuerpo de secretarios en 1956, fue secretario de Valls, Vila-seca, de Girona, después a la Diputación de Girona y, finalmente, a la de Barcelona, además de asesor y colaborador del Departamento de Gobernación de la Generalidad en numerosos proyectos normativos a principios del restablecimiento de la autonomía. Como profesional comprometido con el colectivo profesional de los funcionarios locales fue un referente para todos los valores de neutralidad, eficacia, transparencia y responsabilidad que constan como puntos cardinales de la función pública.

Hay apuntes que cuestan de escribir, como este, cuando se da noticia y rinde homenaje a maestros que nos dejan para siempre. Las letras son en estos casos expresiones del deber de agradecimiento hacia la persona desaparecida. Aunque la diferencia de edad, (yo soy de la misma edad que su hijo Ramón, amigo y compañero de estudios) siempre me trató con buena camaradería, atendiendo mis dudas y mis visitas pidiéndole consejo.

El colectivo de secretarios de ayuntamiento tiene en nuestro país unas proporciones reducidas y una situación, a veces, precaria a caballo de una lejana pertenencia a un cuerpo estatal y una dependencia local y autonómica menudo mal definida. En este contexto Ramón Massaguer destacó por su solvencia profesional y por el espíritu de colaboración más que de fiscalización con las autoridades locales. Como decía hace poco uno de los veteranos de la profesión, el secretario del Ayuntamiento debe ser discreto en su actuación y, si le llega, la notoriedad debe venir reconocida a medio plazo para la objetividad y acierto de su asesoramiento jurídico. Pues, así actuaba Ramón Massaguer Mir.

5 de Mayo de 2010

jrenyer