Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País

Pilar Becerril Roca es la primera mujer en 236 años que ocupa la presidencia de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. Hija de Juan Becerril, magistrado que regiría antes que ella la entidad, Pilar se licenció en Derecho en la Complutense y opositó con éxito en tres ocasiones al Ayuntamiento, como técnica, secretaria e interventora.

Su mirada destella un sincero entusiasmo por ejercer tal distinción, tras haber peleado 32 años desde la secretaría y la vicepresidencia de esta sociedad por mantenerla a flote: se trata de la institución cívica de mayor solera y nombradía de Madrid.

La Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País es una institución filantrópica de la Ilustración creada por el rey de España Carlos III en 1775 en Madrid.

Constituyó una iniciativa directa de Pedro Rodríguez Campomanes, diez años después de la Vascongada, y fue encomendada a Vicente Rivas, José Faustino Medina y José Almarza; pronto se convirtió en un modelo a seguir de política ilustrada y fue un poderoso instrumento para transmitir su ideario, merced al apoyo que recibió del monarca.

Sus objetivos eran:

Conferir y producir memorias para mejorar la industria popular y los oficios, los secretos de las artes, las máquinas para facilitar las maniobras, y auxiliar la enseñanza. Además el objeto de la agricultura y cría de caballos será otra de sus ocupaciones, tratando por menor los ramos subalternos relativos á la labranza, y crianza […] En sus memorias anuales dará al público los discursos que vayan trabajando los Socios.

Se aprobó por el entonces fiscal del Consejo de Castilla Campomanes y se inauguró oficialmente el 16 de septiembre de 1775 en las Casas Consistoriales de Madrid; sus primeros Estatutos fueron sancionados por Carlos III el 9 de noviembre de 1775.

Tuvo también competencias en industria, comercio y patentes. Le encargaron revisar las ordenanzas de los gremios y los llamados privilegios de patente (concesión de la exclusividad para la fabricación o comercialización de un invento por un número determinado de años). Comprobó la utilidad de muchas máquinas preindustriales, sobre todo ingenios textiles y sistemas aplicados a los molinos. Instaló el Gabinete de Máquinas, colección de aparatos de utilidad para fabricar manufacturas o transformar productos agrícolas.

Se le ecomendaron también áreas debeneficencia y educación, pues su lema era «Socorre enseñando». Hubo un concurso de memorias en 1781 «Sobre el ejercicio discreto de la limosna». Respecto a la educación, creó las llamadas Escuelas Patrióticas en que se enseñaba a trabajar el lino, el cáñamo, el algodón y la lana. Publicó unos extensos tomos de Memorias y bajo sus auspicios se imprimió el Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos. Se encargó de dirigir y administrar numerosas instituciones educativas; gestionó el gabinete de máquinas y la Escuela de dibujo y, atenta a la enseñanza femenina, creó Juntas de Damas de Honor y Mérito y creó una Escuela de Taquigrafía y una cátedra de Economía política, y sostuvo con el dinero de los socios una Escuela de sordomudos; reimprimió con notas críticas y apéndices la Agricultura general del agrónomo Gabriel Alonso de Herrera. Inauguró en sus locales la escuela popular de Vallejo y creó cátedras de Fisiología y Patología vegetal, Economía industrial, Estadística, Paleografia, Sistema métrico y Economía pública; una Escuela de Ciegos, un Ateneo científico y literario, las Sociedades Nacional de Hacienda y de Crédito público y, para propagar y mejorar la educación del pueblo, hizo exposiciones públicas y estableció premios a la virtud; elaboró dictámenes sobre diezmos y montes, trabajos sobre código rural, aguas y sosa; exposiciones de vinos, flores y frutos, certámenes de maestros y maestras y un periódico y Memorias premiadas sobre diversos asuntos.

En 1807 contaba con 181 socios.1 Manuel Godoy fue su director entre 1792 y 1798, y en 1807. A fines ese año fue reelegido, pero rechazó el cargo por sus múltiples ocupaciones y el nombramiento recayó en el duque de Híjar, subdirector en 1807. Desde 1866 se alberga en el edificio civil más antiguo de Madrid, la llamada Torre de los Lujanes, de mediados del siglo XV y donde estuvo preso Francisco I; allí se guarda una biblioteca de 200.000 volúmenes, algunos de ellos incunables, y una de las mejores colecciones que hay sobre economía de España.

Edita la revista Torre de los Lujanes.

Reducidas hoy al máximo las subvenciones oficiales, esta Real Sociedad sobrevive a duras penas. Frente a ello, Becerril Organiza cursos y conferencias de Historia, Economía, Ciencia y Arte. «Pretendemos formar humanistas, no hacernos ricos», afirma Becerril