Pregonero de la Semana Santa de Ciudad Real 2016, Tomás Jesús Robledo de Dios
Este 27 de Febrero de 2016, Tomás Jesús Robledo de Dios, actual tesorero de la Diputación Provincial de Ciudad Real y que fuera Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de la Soledad ha sido el pregonero de la Semana Santa de Ciudad Real.
El Teatro Quijano un año más se llenó de público y autoridades para escuchar el Magno Pregón de la Semana Santa de Ciudad Real, que este año ha recaído el honor en Tomás Jesús Robledo de Dios. En el acto han estado presentes la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, el Vicario General de la Diócesis, Miguel Esparza, el presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, la alcaldesa de Puertollano, Mayte Fernández, el director provincial de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, Francisco Pérez, concejales de la Corporación de los grupos del PSOE , PP y Ciudadanos, así como otras autoridades civiles, militares y religiosas .
El Pregón es un solemne acto oficial que supone el inicio de la Semana Santa en Ciudad Real.
Tomás Robledo, hizo un repaso sentido y emocionado por las hermandades y cofradías de la Semana Santa ciudadrealeñas y sus estaciones de penitencia a través de los pasajes del Evangelio de San Juan. Un apóstol que, como argumentaba, está muy presente en la iconografía de la Semana Santa de Ciudad Real: desde la “Santa Cena”, que asiste al “Prendimiento”, que está en el calvario de “Las Tres Cruces”, que llora ante el Cristo de la Caridad, que ayuda a Nicodemo en el Descendimiento y que acompaña a la Virgen de la Amargura y a las otras Marías.
“La Semana Santa es un mundo de sentimientos y pasiones que se te mete dentro y ya nadie los puede sacar”. Y afirmaba que esta semana grande para Ciudad Real es el “esfuerzo de miles de personas en todo el año para mostrar la muerte, pasión y muerte de Jesús realizando una catequesis cofrade por las calles”.
Robledo comenzaba su pregón con los recuerdos de una infancia “feliz y en la mejor de las ciudades para ello. Reconocía que los pequeños sabían que llegaba la Semana Santa por los aromas de las torrijas, o potajes de garbanzos con pellas que salían de las cocinas. Junto a su familia dedicaba el Jueves Santo a “recorrer Monumentos en coquetas capillas, que el resto del año no visitábamos y el Viernes Santo a los oficios.”
El Magno pregonero también recordó que la primera vez que salió en una procesión lo hizo con su hermano Carlos, de nazareno, y él ,de monaguillo tocando una campanilla, abriendo La Pasionaria de Santiago . Después entró en el mundo del costal en la cuadrilla de la Dolorosa de la Catedral dirigida por el fallecido Marcelino Abenza, pero que no pudo salir, debido al mal tiempo. Al año siguiente, se enroló en la Hermandad de La Soledad de la que fue costalero, capataz, cruz de guía, miembro de la Junta de Gobierno y Hermano Mayor de una hermandad en la que reconocía “no existe eso de borrarse de la Virgen.”
Al término del Pregón, la alcaldesa de la ciudad Pilar Zamora le hizo entrega de la estatuílla del Penitente (del escultor Kirico) con la que se reconoce y agradece la labor en pro y en defensa de la Semana Santa del pregonero oficial de cada año.