Saura admite que había «descontrol» en el área de Turismo y contradice a los funcionarios y políticos que afirman que los asesoraba
El secretario del ayuntamiento de Ciutadella, Santiago Saura Pradas, ha reconocido este viernes ante la juez del caso Citur el «descontrol» existente en el área de Turismo entre los años 2003 y 2008.
El Juzgado número dos, que instruye las diligencias por un presunto delito de prevaricación administrativa, investiga si desde el consistorio se amañaron en esta etapa contratos públicos para favorecer a determinadas empresas. Saura declaró que, normalmente, ni los funcionarios ni los concejales –incluido el exedil de Turismo, Gabriel Cardona- le pedían asesoramiento, unas afirmaciones que entran, aparentemente, en contradicción con lo manifestado hoy mismo ante la juez por la exedil del Grupo Mixto, Antonia Salord, quien ha admitido que Saura le asesoraba en todos los casos. También casan mal sus afirmaciones con lo declarado el miércoles por la funcionaria Maite Bagur, quien también reconoció que el secretario le prestó asesoramiento.
Por otro lado, Saura reconoció que firmaba las resoluciones sin antes leerlas y negó que hubiera dado instrucciones para que algunas resoluciones llevaran una numeración bis. No tuvo conocimiento, de hecho, de la existencia de esta numeración hasta que fue llamado a declarar ante la comisión de investigación del caso Citur.Por último, Santiago Saura ha afirmado que su relación con el exalcalde de Ciutadella, Llorenç Brondo, también imputado en el caso, era estrictamente profesional.