Leopoldo Reguera Reguera, pregonero de las fiestas en Carbajosa de la Sagrada
Ayer martes, se iniciaban las fiestas patronales en honor de San Roque en la población salmantina de Carbajosa de la Sagrada.
Una jornada que se iniciaba con la fiesta del agua, el posterior chupinazo desde el ayuntamiento, el pregón, que da por inauguradas las fiestas, y el desfile de peñas.
Este año el pregón corrió a cargo Leopoldo Reguera Reguera, secretario del Ayuntamiento, que en unos meses dejará el cargo por jubilación, tras 31 años de servicio en el municipio.
Leopoldo Reguera señaló que para él era «todo un honor» poderse dirigir a los vecinos con su pregón, agradeciendo a la Corporación la oportunidad que le han dado de hablar, pero también a todas las corporaciones por haber podido participar de forma activa en la construcción del municipio.
Es su discurso destacó la transformación que ha sufrido el municipio desde su llegada al ayuntamiento en 1987, cuando Carbajosa era un pueblo pequeño, con «no más de 80 casas habitadas, otra buena parte en ruinas, algunas vacas y cerdos para la matanza, un arroyo seco desde el cambio climático, una vía de tren agonizante con su señal en aspa en el Camino de la Pinilla, ‘ojo al tren, paso sin guarda’, una escuela unitaria con una docena de niños, un frontón minusválido y un campo de fútbol a tiempo parcial». «Aquel pequeño pueblo tenía la semilla de lo que debía ser su futuro».
«La piscina fue un hito importante, y pronto llegó la vorágine del crecimiento». «Iban pasando los años y el pueblo crecía rápidamente. Mil viviendas llegamos a tener en construcción a la vez algunos años, y los polígonos industriales y las zonas comerciales. Pasamos en población a docenas de municipios de Salamanca en muy poco tiempo. Se sucedían rápidamente los premios que se daban cada mil habitantes, hasta llegar a los 7.000 hace un año. Vinieron oleadas de cigüeñas con cien niños por año. Que ahora han crecido y se han transformado en 1.510 jóvenes de 12 a 30 años y 1.274 niños menores de 12 años. Nadie tiene tantos».
«No ha sido fácil pasar de aquella aldea a lo que tenemos hoy». «A lo largo de los años y las Corporaciones de distinto signo, se fue dotando al pueblo de nuevos colegios, piscina, la Casa de Cultura, grandes instalaciones deportivas, consultorio, centros sociales para todos, huertos familiares… Multitud de actividades y servicios».
«El pueblo no se hace desde dentro de estos muros, el Ayuntamiento puede poner las bases y algunos marcos, una administración eficiente, incluso unos buenos servicios… Pero el pueblo lo hacen sus gentes», y finalmente invitó a todos a disfrutar de las fiestas.