La fiscalia investiga al Ayuntamiento por supuestas irregularidades puestas de manifiesto por el secretario municipal
La fiscalía de Tortosa ha abierto una investigación por supuestas irregularidades cometidas en el Ayuntamiento de l’Aldea, tras la denuncia realizada, el pasado martes, por Frederic Queralt, secretario municipal hasta que el pasado día 21 fue suspendido de su cargo mediante un decreto de alcaldía.
Queralt puso en conocimiento del fiscal, entre otras, la contratación con cargo a las arcas municipales de “una agente colaboradora de Correos” para permitir, supuestamente, que el alcalde, el independiente Francesc Blanch, cartero de profesión, pudiera dedicar mayor parte de su tiempo al Ayuntamiento, según indican fuentes cercanas al denunciante. También denunció la concesión de un permiso municipal urbanístico a la cooperativa agrícola para edificar en una zona verde.
El alcalde eludió ayer hacer cualquier tipo de declaración. Fuentes de la fiscalía insistieron en que la denuncia se limita a poner sobre la mesa una serie de hechos, algunos de ellos de carácter urbanístico, sin acusar a nadie en concreto de su comisión. Será la investigación abierta la que deba determinar si de los hechos pudieran derivarse responsabilidades del alcalde, de otros concejales o de la institución.
El secretario, por su parte, negó ayer haber presentado denuncia alguna, pero sí reconoció “haber sido destituido fulminantemente, alegando que estorbaba”. Queralt fue obligado a abandonar su despacho de inmediato el miércoles de la semana pasada por tres agentes de la policía local y dos concejales.
Las discrepancias entre Alcalde y secretario son de hace tiempo, nacen de la emisión de informes en contra de algunas actuaciones municipales. Las diferencias llegaron a tal punto que el alcalde, según fuentes del consistorio, llegó a pedir informes jurídicos externos para sacar adelante algunas obras que el secretario cuestionaba. Las tensiones estallaron cuando el secretario envió una carta al Colegio de Secretarios advirtiendo de intrusismo de otros profesionales, que calificó de “sinfonía mafiosa” dirigida por Blanch.