José Sastre Rodríguez, Secretario del Ayuntamiento de Huelma
José Sastre Rodríguez nació en la vecina población de Montegícar en el año de 1871 . Como Secretario de Ayuntamiento comenzó a trabajar tarde, con unos 45 años de edad, pasando por los municipios de Dólar (un año), Cullar Baza (un año), Fiñana (seis meses), Gor (dos años), Jódar (dos años) y finalmente Huelma, donde llegó en torno a 1923, y donde moriría el 8 de mayo de 1936.
En Dólar casaría con Angustias Plaguezuelos, teniendo una hija, también de nombre Angustias. A Huelma viene casado en segundas nupcias con Eulogia Fernández Robles, nacida en 1884 en Talará, población alpujarreña del municipio de Lecrín. Al matrimonio le acompañan sus dos hijos, José y Carmen Sastre Fernández. Lola, como familiarmente es conocida María Dolores, cuenta que D. José, así lo llama también, fue periodista de pluma ácida. Llevado por su conciencia social fue muy crítico con los poderes de su época, por lo que fue tiroteado en Granada hasta dos veces, quedándole importantes secuelas. Fue entonces cuando la prudencia y la salud les aconsejaron apartarse de su entorno, retirándose a trabajar como Secretario de pequeños ayuntamientos.
Esta personalidad recta y humana fue la que le ayudó a dirigir el Ayuntamiento de Huelma durante años conflictivos, sabiendo estar por encima de los acontecimientos, aplicando siempre el ordenamiento jurídico que bien conocía. Es por ello que todos lo respetaban y acudían a él en situaciones críticas. Pocos días después de su muerte, el Consistorio quiso hacer constar en las actas del pleno “el sentimiento de la Corporación municipal por la perdida del Secretario, modelo de funcionarios”. Esta manera de ser fue también la que le granjeo el afecto de sus convecinos.
Fuensanta y Brígida fueron dos muchachas que tuvieron trabajando en su casa. El le enseñó a leer y escribir, y, finalmente la primera casaría con su hijo José. Tras su muerte, su viuda se quejaría de que no quedaba nada en la casa, que todo lo había dado a los más desfavorecidos.
Pocos fueron los años que D. José estuvo en Huelma, pero suficientes para sentirse uno más entre sus vecinos. Es por ello que tanto él como su familia quedaron para siempre en Huelma.
Por Francisco Ruiz Sánchez.