Francisco Ortiz Fernández, nombrado Secretario Honorario e Hijo predilecto de la Noble y leal Ciudad de Alhama de Granada
Acta municipal de la sesión plenaria de la Corporación del 28 de marzo de 1933 en la que, con asistencia de la totalidad de miembros que constituyen la Corporación y bajo la presidencia del entonces alcalde Juan Miguel Pérez Larios, consta textualmente lo siguiente:
“Se dio cuenta de una solicitud de Don Francisco Ortiz Fernández, pidiendo la jubilación de su cargo de Secretario de este Ayuntamiento, por llevar más de cuarenta años de servicios efectivos. Enterados los señores Concejales, y Resultando que Don Francisco Ortiz Fernández ha desempeñado sin interrupción su destino de Secretario de este Ayuntamiento durante más de treinta y cinco años; cinco años en el de Arenas del Rey y un mes próximamente en el de Ventas de Zafarraya.
Resultando que ha dado pruebas durante su actuación de competencia y laboriosidad, asistiendo puntualmente a la oficina tanto los días laborables como los festivos, en horas ordinarias y extraordinarias, despachando todos los servicios con exactitud, como se justificó plenamente durante el Directorio Militar, en cuya época no pudo ningún Delegado Gubernativo de los que pasaron por este Municipio imputarle de la menor falta, siendo de notar, en prueba de este aserto, que de los 204 Ayuntamientos de esta provincia sólo diez tenían aprobadas las cuentas generales de fondos municipales, uno de los cuales era Alhama.
Considerando, que en el orden político y social no tuvo preferencias para ningún partido determinado, concretándose a servir con la mayor fidelidad al Ayuntamiento constituido, sin perjuicio de atender y complacer, gratuitamente a las oposiciones y al vecindario en cuantas peticiones le hacían dentro de la legalidad, y que siempre fue defensor entusiasta de los intereses generales de esta población, demostrando en todos sus actos intachable honradez y probidad.
El Ayuntamiento, después de una detenida deliberación, por unanimidad Acuerda:
1º. – Conceder la jubilación con las cuatro quintas partes del sueldo de siete mil pesetas que disfruta en la actualidad, o sea por la cantidad de cinco mil seiscientas pesetas anuales, que percibirá desde el mes de Abril próximo, sin que tenga necesidad de justificar facultativamente su enfermedad, por constar a esta Corporación que padece reumatismo y diabetes, y porque es bastante para estos fines con acreditar documentalmente, como lo hace, que cuenta más de cuarenta años de servicios efectivos.
2º. – Que conste en acta el agradecimiento de esta Corporación por los relevantes méritos contraídos en el desempeño de su importante y difícil cargo, nombrándole Secretario Honorario e Hijo predilecto de esta Noble y leal Ciudad, y expidiéndole el Título correspondiente con una Copia certificada de esta acta para que así pueda acreditarlo.
3º. -Que se remita el expediente a la Dirección General de Administración a los efectos del artículo 46 párrafo 2º del Reglamento de Secretarios de 23 de Agosto de 1924.”