Carta de despedida de la secretaria del Ayuntamiento de Alpedrete, Nieves Elvira Palacio, con motivo de su jubilación
Hola, alpedreteños.
El 3 de diciembre de 1996 llegué a vuestro Ayuntamiento y ahora, 26 años, 7 meses y 8 días después, esto es el 31 de julio de 2022, me jubilo. Han sido veintiséis años y medio, por redondear, de mi vida y de la vuestra, que hemos compartido. Unas veces bien, otras regular y unas pocas mal. Bien de satisfacciones y hasta muchas risas, regular de vamos pasando, y mal de incluso llorar. Pero me queda el recuerdo de lo bueno, incluso muy bueno, como recuerdo principal.
Me dicen que los de mi promoción somos los últimos con un sentido de servicio público, de dignidad profesional, de cercanía y de compromiso con lo público. No lo creo, de verdad que no, conozco a muchos compañeros con esos mismos valores y mucho más jóvenes. Deseo que alguno de ellos me sustituya en esta maravillosa y complicada profesión de Secretario de Ayuntamiento y que tenga una acogida como la que yo he tenido en vuestro municipio.
Alpedrete es un pueblo estupendo, en un entorno maravilloso y con buena gente como la que puedes encontrar siempre que vayas con la mente abierta para encontrarla.
No tengo más remedio que nombrar a alguno de los concejales y alcaldes de los que guardo un recuerdo cariñoso y agradecido:
Miguel Ángel Alonso, del PP, que me aceptó como yo era, una persona de izquierdas, y jamás tuvimos un solo problema por ello. Gracias sin duda a su mente abierta (y a su licenciatura en derecho, que creo que ayudó a entendernos).
Chema, de IU, mi querido Chema, un concejal extraordinario, comprometido y que sembraba alegría y buen hacer todos los días de la semana.
Paz Martín, del PINDAL, (luego del PP, pero yo la conocí en ese otro partido), que se me ha quedado de amiga, porque conectamos y la ideología jamás pudo interponerse entre nosotras.
Julián Jiménez hijo, de UNPA, (el padre también, que compartimos momentos inolvidables), ese Julián que era tan didáctico en los plenos, que lo explicaba todo mucho mejor que cualquier Secretario o cualquier libro, y que era la honestidad en persona. Yo de mayor quería ser como él, pero no pude, porque él era más joven.
Después está Marisol, doce años de su vida y de la mía que dieron para mucho, con enfrentamientos épicos, pero también, quiero creer, que al final el tiempo puso a cada una en su lugar, y no sé lo que pensará de mí, pero yo pienso de ella que fue una alcaldesa muy, pero muy, trabajadora, que llevaba todo el ayuntamiento en su cabeza, más que cualquier otro alcalde que yo haya conocido.
Tomás Carrión, de quien guardo, agradecida, el respeto con que siempre me trató, a pesar de los pesares, respeto que yo siempre le tuve a él.
Finalmente, Juan Rodríguez Fernández-Alfaro, pongo todo su apellido porque me gusta lo de Alfaro, y como está al final, pues hay que hacer todo el recorrido. Probablemente empezó su mandato desconfiando un poquillo de mí, pero, de nuevo, el día a día, el luchar codo a codo con expedientes enrevesados nos ha unido, y para mí (no entro si para el pueblo que eso no lo juzgo yo) ha sido un buenísimo alcalde, cercano, comprensivo y dando la cara por sus funcionarios. Y haciendo por ellos lo que nadie, hasta que él llegó, quiso o supo hacer.
Parece que me he saltado a Guiomar, pero es que la dejo para el final porque es una mujer que ha sido un lujo para Alpedrete tenerla de Concejala, y para todos los funcionarios una bendición, trabajadora, cercana, con impulso… una maravilla.
No sé cómo me recordaréis, la verdad es veintiséis años y medio es mucho tiempo, casi no tenéis ni con quien comparar, como dijo Ana Balandín en el último Pleno, no ha conocido otro secretario que yo. Ojalá el siguiente compañero, o compañera, mejore sus expectativas, que a ella le queda tiempo en el ayuntamiento y a mí ya no.
Bueno, alpedreteños, os deseo que sigáis siendo como sois, y sigáis sabiendo disfrutar del estupendo pueblo que vivís y hacéis. Y, como decía aquella película: Buenos días y Buena Suerte.
Besos a todos.
Nieves Elvira Palacio