Antonio de Lara y Zárate, primer secretario del Cabildo insular de Tenerife
En sesión extraordinaria la comisión ejecutiva del Cabildo de 28 de marzo de 1913 se acuerda el nombramiento por unanimidad como secretario provisional del joven abogado don Antonio de Lara y Zárate.
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Antonio de Lara Zárate, (Santa Cruz de Tenerife, 18.XII.1881 – Ciudad de México (México), 24.II.1956). Político y abogado.
Hijo de un funcionario del Ministerio de la Guerra, Antonio Lara realizó el bachillerato en el instituto de La Laguna, trasladándose posteriormente a la Península y cursando la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla. Tras obtener la licenciatura regresó a las Canarias, dedicándose con éxito a la abogacía y ejerciendo desde 1913 el puesto de secretario del Cabildo Insular de Tenerife. En años posteriores llegó a ser decano del Colegio de Abogados de Tenerife.
Su inicio en la política arranca de 1908, convirtiéndose, a partir de la década de 1920 en uno de los principales líderes del Partido Republicano tinerfeño.
Vinculado personalmente a Lerroux, el 14 de abril de 1931 se hizo cargo del Gobierno Civil de Tenerife.
Elegido diputado a Cortes por Santa Cruz en junio de 1931, poco después fue nombrado miembro del Consejo Ejecutivo Nacional del Partido Republicano Radical y vicepresidente segundo de las Cortes.
En 1933, y tras la caída del Gobierno presidido por Azaña, fue designado ministro de Hacienda en los gabinetes de Lerroux (del 12 de septiembre al 8 de octubre) y Martínez Barrio (del 8 de octubre al 16 de diciembre). Reelegido diputado por Santa Cruz en las elecciones de noviembre de 1933, Lara Zárate volvió a figurar como ministro de Hacienda con Lerroux (del 16 de diciembre de 1933 al 3 de marzo de 1934).
Elegido en febrero de 1936 diputado por la provincia de Sevilla —feudo de Martínez Barrio— en la candidatura del Frente Popular, inmediatamente después pasó a desempeñar la cartera de Justicia en los Gobiernos de Azaña (del 19 de febrero al 10 de mayo) y Barcia (del 10 al 13 de mayo).
Martínez Barrio volvió a contar con él como ministro de Obras Públicas en su frustrado Gobierno del 19 de julio de 1936.
Trasladado a Gran Bretaña en 1939, en septiembre de ese mismo año y a bordo del vapor Orduña logró llegar a Veracruz, en México. Allí ejerció su profesión de abogado en el bufete de Sánchez Román y trabajó como asesor del presidente mexicano, Ávila Camacho.
Vinculado a Unión Republicana en el exilio, integró la Diputación Permanente de las Cortes y en 1945 asistió a las reuniones celebradas por los diputados republicanos supervivientes de la Guerra Civil en México.
En sus últimos años una grave enfermedad le mantuvo alejado de toda actividad política. Falleció en la Ciudad de México el 24 de febrero de 1956, a los setenta y cuatro años.
