Acto de agradecimiento y despedida al secretario-interventor del ayuntamiento de La Hiniesta, Juan José Adánez del Diego
El pasado sábado 26 de octubre tuvo lugar en el municipio de la La Hiniesta un acto de agradecimiento y despedida del secretario-interventor del ayuntamiento, Juan José Adánez Del Diego, que ha ejercido el cargo durante los últimos doce años.
El acto organizado por el ayuntamiento estuvo presidido por el alcalde de la localidad Ricardo Casas y reunió alrededor de 50 vecinos, que abarrotaban el salón, y quisieron homenajear al secretario.
«Has sido nuestro secretario durante los últimos doce años, tiempo suficiente para haber estrechado lazos con los vecinos de La Hiniesta» señaló el alcalde, iniciando el acto de despedida de Juan José Adánez, secretario de La Hiniesta y también de Roales.
El alcalde recordó el día que, entre lágrimas, Juanjo le decía que dejaba el puesto por «temas personales que nada tienen que ver con La Hiniesta que vamos a respetar». Una decisión complicada que le llevó tiempo tomar por el cariño que le dedicaban todos los vecinos del pueblo y lo a gusto que trabajaba en el municipio.
El alcalde le hizo entrega al secretario, en nombre de todos los vecinos, de la medalla de oro del pueblo que lleva como insignia una imagen de la Virgen de La Hiniesta, la máxima distinción que se puede recibir en el municipio.
Juan José Adanez, emocionado indicó «Llevaré con orgullo este detalle que habéis tenido conmigo» y deseó «lo mejor» al pueblo y a sus habitantes: «Os echaré de menos, pero seguiré viniendo por aquí».
El alcalde se refirió a los secretarios de ayuntamientos. «Hace muchos años los secretarios se convertían en cronistas. Sin embargo, lo que un secretario se lleva cuando deja un lugar es mucho más que un pedazo de historia, es también vida».
Junto a la medalla de la localidad, el ayuntamiento le hizo entrega de una pluma para que siguiera firmando documentos allá donde fuera. Juanjo agradeció el regalo que usará en su vida personal ya que los documentos se firman electrónicamente tal y como recordó ante la risa de todos los presentes.
«Las puertas de nuestras casas estarán abiertas para ti. Nunca olvides a quienes te han servido y que tus deseos se cumplan».
Al final, la fiesta de despedida se trasladó al bar del pueblo que abría el mismo día que Juanjo se despedía de La Hiniesta.