Pedro Moreno Brenes, secretario del ayuntamiento de Málaga
Extraído del facebook de Pedro Moreno Brenes:
El pasado jueves tomando posesión como Secretario General del Pleno del Ayuntamiento de Málaga. Comencé a trabajar en 1987, con 23 años, dando clases de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho de la UMA, y tras superar las duras oposiciones en Madrid a la Habilitación Nacional (en diciembre de 1989, con 25 años), tomaba posesión como Oficial Mayor en el Ayuntamiento de Marbella, mi primer destino en agosto de 1990. A partir de ahí, momentos buenos y otros menos buenos. Cuando en agosto de 1991 asumo la secretaría del Ayuntamiento de Marbella, tuve que dar la cara para defender la legalidad frente a un delincuente: y me la partieron. Cosas de este oficio.
Después presté servicios como secretario del Ayuntamiento de Álora (con un periodo intermedio como asesor jurídico en el Parlamento de Andalucía) y terminé esta parte de mi vida asumiendo por unos meses la secretaría de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, pasando a excedencia tras superar las oposiciones a profesor titular en la Facultad de Derecho de la UMA (diciembre de 2001), tarea a la que he dedicado toda mi atención desde entonces hasta el miércoles pasado, día que firmé las actas de los exámenes de septiembre. En este último periodo, y durante más de 5 años, compaginé la docencia con el honor de defender mi ciudad como concejal tras dos intentos de acceder a la alcaldía como candidato por IU al Ayuntamiento de Málaga. Otras cosas por medio (conferencias, publicaciones, consultoría y actividades varias), se encierran en el CV con la importancia relativa que adquieren cuando se mira con la perspectiva del tiempo y con menos pelos y más arrugas.
Curioso periplo de ida y vuelta. Mi vida personal, mi compromiso político con la causa de la justicia social con una militancia de 40 años en el PCE (terminada, pero llena de rostros y experiencias que siempre me acompañarán en mi corazón) y mi vida profesional en torno siempre al mundo jurídico, mi querida Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga y mi “Cuerpo Nacional” (los viejos lo seguimos llamando así) asumiendo la secretaría de varias corporaciones.
No tengo ni idea de cuando terminará esta nueva etapa, pero si tengo la certeza de que todos y cada uno de mis actos e informes en esta tarea estarán presididas por el rigor jurídico (sin llegar al “rigor mortis”), la objetividad y el interés público, no solo porque así lo dispone la CE y las leyes, sino porque me lo ordena mi conciencia y honor. Todos los miembros de la Corporación, empleados públicos y ciudadanos tienen la puerta de mi despacho abierta para aquello que sea de mi competencia.
Mil gracias por tantas y tan cariñosas felicitaciones recibidas. Me gustan muchos los mapas; me dan la impresión de que viajo a través de ellos por todo el mundo desde mi casa. Cuándo uno hace balance de lo vivido a la venerable edad de 56 tacos, ya acumula más pasado que futuro, muchos errores y espero que algún acierto, el cariño que recibo y el que procuro dar y un patrimonio “sentimental” presidido por los que me vieron nacer y crecer y la familia que Trini y yo hemos formado con nuestros hijos, sin que falten los queridos amigos. Al fin al cabo, los balances de una vida son el mapa de los recuerdos, y como los poetas lo dicen siempre mejor, vienen a cuento los versos de Baudelaire:
“Para el niño que adora los mapas y grabados
El universo iguala su enorme avidez
¡Ah, qué grande es el mundo a la luz de las velas!
¡Qué pequeño es el mundo cuando mira el recuerdo!
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