«No pongo pegas a las posibles decisiones políticas, aunque siempre procuro salvar mi responsabilidad»

FUENTE: REVISTA MANACOR COMARCAL

Algo más de un mes lleva Julio Alvarez sobre sus espaldas la responsabilidad de la Secretaría General del Ayuntamiento. Anteriormente, según nos dice, estuvo enrolado como Técnico de Administración General, en los Ayuntamientos de Vitoria y Bilbao. En Manacor, por tanto, ha estrenado su titulación de Secretario del Cuerpo del Estado.

La imagen del nuevo Secretario pulveriza la que nos ofrecían los titulares de antaño. Es un hombre joven, dado al diálogo una vez que existe algo de confianza —la primera impresión que me causó el primer día que hablé con él fue diametralmente

opuesta—, y que no se anda por las ramas a la hora de responder a las preguntas del periodista. Parece sincero y, la verdad, una vez tratado, hasta es simpático. Una figura, como habrán comprobado, diferente del tradicional Secretario de Ayuntamiento.

 

-Y que… ¿ cómo ha ido este primer mes entre los papeles del Ayuntamiento de Manacor?

-Bien… En líneas generales, bien.

-Lo encontró todo muy desorganizado?

-No, la verdad es que la organización no estaba mal. Incluso me atrevo a decir que la encontré bien.

 

La misma estructura.

-¿Ha implantado muchas novedades? Ya se sabe que cada maestrillo tiene su librillo…

-Bueno. Básicamente el Ayuntamiento conserva la estructura anterior. En cuanto a novedades implantadas, digamos que procuro llevar a las sesiones oficiales, los expedientes debidamente informados. Y, si es posible, hay que hacer que lleven la propuesta de resolución, con lo que se consigue no alargar en exceso los temas, ya que, de esta forma, los debates pueden iniciarse

antes y, por consiguiente, una mayor fluidez en la sesión y en la llegada de los acuerdos.

 

Un Ayuntamiento conflictivo.

-¿Considera conflictivo al Ayuntamiento de Manacor?

-Desde el punto de vista del cargo que ocupo, no quiero opinar. Ahora bien, como ciudadano que soy, te diré que si, que la composición de la Corporación la hace conflictiva.

¿Ello se traduce en más y mayores problemas para el Secretario?

-No, no representa para el secretario ningún problema.

Ten en cuenta que el Secretario no es más que un instrumento para dar resolución jurídica a las gestiones. En contra de lo que pueda creerse, el papel a jugar por el Secretario es muy limitado.

-Se comenta que pone muchas pegas a los concejales.

Que los lleva «de culo» en una palabra…

-No pongo pegas. Es verdad que soy exigente, riguroso, conmigo mismo y con todo el mundo. Pero de ahí a que me dedique a poner pegas a la labor de nadie… Lo que si procuro es que  cuando colaboro con los concejales, los asuntos sean tramitados de la forma más completa posible.

 

Salvar la responsabilidad.

-Se comenta que el nuevo Secretario es excesivamente legalista…

-Pues yo pienso que no, que no soy excesivamente legalista. Simplemente, cuando creo que algo

está sobrepasando los límites de lo legal, procuro salvar mi responsabilidad como Secretario. Antes existía la denominada «advertencia de ilegalidad», arma muy empleada anteriormente y que, afortunadamente, hoy ya no existe. Por mi parte, procuro no emplear nunca el término

«ilegal», sino más bien dar con el cauce de solución.

-Las «jugadas políticas» ¿significan un problema para el Secretario?

-Sí, inicialmente pueden representar un problema, pero un problema a que siempre se le encuentra una solución.

-Se dice que el Urbanismo es el mayor problema de los Ayuntamientos..Y Manacor está regido, en este aspecto, por unas Normas Subsidiarias que puede que, incluso, agraven este problema…

-Al revés, pienso que Manacor tiene una suerte con que el plano urbanístico esté regido por unas Normas Complementarias y Subsidiarias de Planeamiento.

No entro ni salgo en que esté o no de acuerdo con las Normas Subsidiarias de Manacor. Aunque sí te diré que, precisamente, por el hecho de ser Normas en lugar de Plan General de Ordenación Urbana, existe una mayor flexibilidad, no son nunca tan detalladas como un Plan General que, por otra parte, queda desfasado con facilidad.

 

Vive la Política.

-¿Vive el actual movimiento político nacional?

-Claro que sí. Me interesa mucho la política.

-¿Hacia que lado se inclina?

¿Cuál es el color de nuestro Secretario, independientemente del incipiente bronceado acusador de que visita nuestras playas?

-No quiero definirme abiertamente sobre mi forma de pensar en este aspecto.

Ten en cuenta que el cargo que ocupo condiciona.

Es una lástima, pero es así. No estoy afiliado a partido político alguno, ni a ninguna central sindical. Lo que sí puedo decirte es que en mis tiempos de universitario, en los tiempos del franquismo, ya me consideraba demócrata. Y en este aspecto he participado, como un estudiante más, en manifestaciones universitarias.

 

Su bebida favorita, la cerveza.

-¿Cómo transcurre un día cualquiera del nuevo Secretario?

-Me levanto sobre las siete y media, de ocho a nueve acudo al curso de Mallorquín. Trabajo hasta las tres de la tarde. Después, algunas veces, si me interesan, estudio algunos temas en cartera, hago mis ejercicios de mallorquín y, al atardecer, salgo a tomar una cerveza, que es mi bebida favorita, casi lo único que bebo.

-Una vida de franciscano, por lo que veo, y no muy propia de un joven soltero y sin  compromiso que ha recalado en un lugar donde los planes —y no me refiero a los urbanísticos—, sobre todo en verano, se presentan con facilidad…

-No creas, algunas veces voy a Porto Cristo o Cala Millor.

-Discotecas, playa…

-Lo de las discotecas, la verdad, no es mi fuerte.

La playa sí me gusta. Y aquí existen las playas más bonitas que he visto.

-¿Se baña en cueros o usa bañador?

-Uso bañador. Con ello no quiero decir que esté en contra del desnudo, sobre todo el femenino, aunque en lugares apropiados.

-Supongo que no se tapa la cara cuando en cualquier playa se encuentra con una chica en  cueros…

-Por descontado que no. Siempre es bueno recrear la vista.

-¿,Y cómo «un chico como tú —perdón por la expresión— está solo en un lugar como éste»?

-Si, ahora vivo solo, pero espero que no sea por mucho tiempo.

-Ya la tiene ojeada… -Bueno… (duda). No, todavía, no.

-Mallorquina, extranjera…

-Las mallorquinas son divinas…

GABRIEL VENY.