La secretaria municipal de Villardeciervos herida en un accidente de trafico provocado por un ciervo

La carretera N-631 volvió ayer a ser el escenario de un accidente de trafico originado por la fauna salvaje. Poco antes de las diez de la mañana un ciervo cruzaba la vía, a la altura del kilómetro 42 en Otero de Bodas, provocando el volantazo de uno de los conductores y la posterior colisión con otro vehículo. Afortunadamente el siniestro se saldó con tres heridos leves, dos mujeres de 68 y 49 años y un varón de 70 años, que fueron trasladados al Complejo Asistencial de Zamora, según informó el Servicio de Emergencias 112.

Personados los facultativos de emergencias sanitarias en el lugar de los hechos atendieron a tres personas heridas, a quienes se traslada más tarde en la ambulancia al Complejo Asistencial de Zamora. Los bomberos finalmente no tuvieron que liberar a ninguno de los tres pacientes, y colaboraron en la atención del accidente y en la limpieza de la calzada.

Una de las heridas es la secretaria de Villardeciervos, Rosa Mª Gallego Matín, que se dirigía como todos los días a su puesto en el Ayuntamiento desde Zamora.

La circulación por uno de los «puntos negros» de la red de carreteras de la provincia, por la presencia de fauna salvaje, ha vuelto a demostrar que es sumamente peligrosa. Y sitúa de nuevo el foco en un problema «histórico» que algunos colectivos y alcaldes de la zona vienen denunciando.

José Manuel Soto, representante de la Alianza por la Unidad del Campo alerta de la expansión de la fauna salvaje, a unos niveles «inadmisibles». «Esto en vez de una carretera nacional es un camino de safari donde por desgracia ya hemos tenido muertos y cada poco recibimos avisos». Soto critica a las administraciones porque «en vez de tomarse en serio el problema, lo único que hacen es cambiar las leyes para lavarse las manos y cargar las culpas a los demás».

Soto vuelve a reclamar el control de la fauna salvaje que «no solo nos está quitando de sembrar y de vivir de lo nuestro, es que también se lleva vidas por delante». Soto anuncia que, de no tomarse medidas, «nos van a obligar de nuevo a tocar las campanas y echarnos a la carretera, como lo venimos haciendo desde hace muchos años incluso soportando multas».