Rafael Molina Igual nombrado, secretario, en propiedad, del ayuntamiento de Sagra

Autor: Carlos Cardona Doménech

Publicado en:  https://lamarinaplaza.com/2023/09/03/personajes-de-la-rectoria-rafael-molina-igual-abogado-y-secretario-de-administracion-local-carlos-cardona-domenech/

 

Rafael Molina Igual, (Abogado y secretario de administración local), nació en Chirivella (Valencia), el 7 de julio de 1904, era hijo del Dr. Juan Bautista Molina Gimeno y Carmen Igual Ródenes.

Realizó sus estudios básicos en Chirivella. Al finalizar, cursó el bachiller en el Instituto Luis Vives de Valencia, finalizando en 1922. Posteriormente, ingresaría en la Facultad de Derecho de Valencia, donde cursó los estudios de derecho, obteniendo la licenciatura el 9 de julio de 1928. Colegiado con el número 334 en el Colegio de Abogados de Valencia.

Al obtener la licenciatura, estuvo ejerciendo la abogacía durante un tiempo en el despacho de abogados ubicado en la calle Pérez Pujol de Valencia.

En diciembre de 1929 fue nombrado secretario interino del M.I. Ayuntamiento de Sagra por el alcalde José Amorós Perelló, nombramiento que se elevó en propiedad el 16 de marzo de 1930. Durante su estancia en Sagra estuvo residiendo en la venta, sita en la calle Queipo de Llano (Actual Ave. de Pego) que regentaba Rosa Carrió Camps (Nieta del mítico Salvador Carrió Rovira “El Zurdo”, patriarca y fundador de la actual Autocares Carrió S.L.) donde conocería a Antonia, la que posteriormente sería su esposa.

Contrajo matrimonio con Antonia Estela Carrió, el 13 de enero de 1935, en la Iglesia de San Sebastián de Sagra. El oficio fue celebrado por su amigo D. Fernando García Sendra, párroco de Sagra). El matrimonio alquiló la casa de Salvador Quereda Sancho de la calle Mayor de Sagra nº 26 (casa de les Queredes), donde fijaron su residencia. De este matrimonio nacerían dos hijas, Carmen y Josefina.

En 1935 realizó oposiciones a secretario de Administración categoría segunda y en 1943, opositó a secretario de Administración Local categoría de primera.

En el verano de 1936, Rafael Molina con su esposa e hija Carmen, de 6 meses de edad, se fueron a pasar las vacaciones con su hermana que vivía en Villa Sanjurjo (actual Alhucema, Marruecos). Su esposa e hija se quedaron en Marruecos, pero él tuvo que volver a Sagra para resolver unas diligencias en la Audiencia de Valencia que por circunstancias del alzamiento no pudo realizar debido a las condiciones del momento.

Pero debido a su convicción religiosa y notoriedad política, empezó a sufrir seguimiento por las milicias ciudadanas creadas por el Frente Popular por y para la defensa de la República, por lo que se vio obligado a abandonar Sagra y España por miedo a su integridad física, como también le ocurría a su entrañable amigo el párroco de Sagra Fernando García Sendra. Ya que, el 16 de agosto llegaron a Sagra unos milicianos armados y gente exaltada procedentes de las poblaciones de Denia, La Xara y El Verger, que les estuvieron buscando para apresarles, aunque no les pudieron localizar.

El secretario Rafael Molina estaba realizando unas diligencias en la Audiencia Nacional, y el párroco Fernando García estaba en Pego en la casa de sus padres por sugerencia de los vecinos de Sagra. Estas circunstancias determinaron, que el secretario y el cura se vieran obligados a abandonar Sagra por miedo a su integridad física. Por lo que Rafael Molina, sopesó la eventualidad de ausentarse de España.

Para poder abandonar Sagra y España, el 29 de agosto, solicitó al Estado Mayor de la Circuncisión Oriental (Melilla), su movilización como sargento Mayor de complemento en Tetuán (Protectorado español), solicitud que obtuvo según se inserta en el Diario Oficial nº 25 fechado el 23 de septiembre de 1936, ya que siendo del reemplazo de 1925, estaba excluido de toda obligación militar por sus estudios.

Para trasladarse a Melilla, contó con la ayuda de su amigo José Pascual de Bonanza Pardo, persona que había sido alcalde de Alicante. No obstante, a su llegada a Melilla lo tomaron por espía rojo y lo encarcelaron, pero el carcelero y un funcionario de la cárcel le pusieron en contacto con su hermana que estaba en Villa Sanjurjo (actual Al Hoceima o Alhucemas) para que pudiera esclarecer su situación política, y donde posteriormente se instalaría.

Integrado en el Ejército, juro bandera en mayo de 1937 como Alférez Provisional, siendo destinado en la posición militar del Rif (Marruecos). Fue condecorado con la medalla de campaña por su participación en la batalla de Málaga de 1937, como teniente de regulares marroquíes al mando de un pabellón compuesto por marroquíes. Posteriormente, cursó los estudios correspondientes y fue ascendido a Teniente Provisional Auxiliar de Estado Mayor (Orden de la subsecretaria del Ejército, de 16 de agosto de 1938, B.O.E. nº 48, pág. 148), siendo destinado por la misma orden a la 40 División. Finalmente, sería licenciado a petición propia el 14 de junio de 1939, ya que su vocación prioritaria era el desempeño de la abogacía.

Al terminar su andadura como militar, el 19 de junio de 1939 retoma la plaza de secretario en el Ayuntamiento de Sagra que tenía en propiedad. Durante los años que estuvo ejerciendo como secretario del Ayuntamiento tuvo una destacada notoriedad en el desarrollo de la población. Ya que en posguerra, España se encontraba sumida en la miseria, y al igual que las demás poblaciones de la Rectoría tenían numerosas carencias, carecían de abastecimiento de agua corriente potable para cubrir las necesidades cotidianas de agua de la familia, pues las personas tenían que ir con el cántaro a llenarlos a los manantiales y fuentes. Por lo que en Sagra, debido a la escasa disponibilidad que se tenía de las aguas superficiales durante gran parte del año, cuando avanzaba el verano y los caudales de las fuentes y manantiales disminuían o dejaban de brotar, tenían que recurrir al servicio del pozo que había frente al lavadero municipal y otros del término.

Posteriormente, con la introducción del cultivo del naranjo e iniciarse una revitalización de alumbramientos de nuevos pozos para el riego de los campos destinados a su labor, se produjo en la población de Sagra una revitalización de la economía. Debido a lo cual, se construyó un pozo artesano de unos 30 metros de profundidad (Integrado actualmente en el casco urbano, en la parte alta del pueblo), en terrenos que eran de Vicente Cuesta Carrió y/o María Estela Mut (Actual Finca 4799914), y su posterior puesta en servicio para el riego agrícola de la incipiente agricultura de los naranjos por una Cooperativa que no llegaría a buen fin. Este pozo, propiciaría la incipiente introducción del agua potable en Sagra.

Para solucionar el abastecimiento de agua potable, las autoridades del momento tomaron las decisiones oportunas para dar solución a dicha contrariedad. Al no prosperar la mencionada Cooperativa. Por la mediación del Sr. Rafael Molina, –secretario del Ayuntamiento de Sagra–, el pozo lo adquirió el Ayuntamiento y se inició su puesta en servicio de agua corriente en el pueblo. Desde mismo, se suministraba agua a una fuente pública que se instaló en la plaza, adosada a la pared de la Iglesia. De esta fuente se podían abastecer todas las personas del pueblo, aunque durante el verano este pozo padecía falta de caudal, creando graves problemas al vecindario, por lo que, posteriormente, se construyó un depósito en la zona del Calvario.

Rafael Molina, cesaría como secretario del ayuntamiento de Sagra el 2 de enero de 1943, por haber tomado posesión de la secretaría del Ayuntamiento de Benaguacil, donde estuvo poco tiempo, ya que en 1944 desempeñaría el cargo de secretario del Ayuntamiento de Vall de d´Uxó, población en el que estuvo hasta 1946. Durante su estancia, estuvo viviendo en la calle del Regimiento de Tetuán de Vall de d´Uxó.

Posteriormente, permutaría la secretaría de Pego con el entonces secretario Miguel Cáceres Cabello, y se trasladó a Pego el 18 de diciembre de 1946, estableciendo su residencia en la calle Ecce-Homo nº10 y abrió su propio bufete de abogado. Profesionalmente, colaboró con el también abogado Rafael Escrivá.

Personas longevas de Sagra y Pego que le conocieron y convivieron con él, lo describen como una persona muy próxima a la gente y apreciada por los que le conocieron personal o profesionalmente.

Era un apasionado de la música, estuvo colaborando con el director de la Banda Municipal de Pego, D. José Sanchis Bosch, cando formaron un cuarteto de cuerda, integrado por: Guitarras, José María Dominguis y Juan Sendra; Laúd, Eduardet de Ferrándiz, y la Mandolina, el mismo Rafael Molina.

Falleció el 11 de octubre de 1951, siendo enterrado en el Cementerio Municipal de Pego. Posteriormente, al fallecer su esposa en 1980, sus restos fueron exhumados y trasladados al Cementerio Municipal de Alcalalí.