Asesinado en la Guerra Civil
Las muertes empezaron el 4 de Septiembre de 1936 al finalizar un mitin político, en momentos de máxima tensión social por la cercanía de las tropas sublevadas, se sacó, de su prisión, (habían sido detenidos dos días antes), a un sacerdote Jacinto Pérez Sanz, al juez municipal Cipriano Pérez Aguilera y al secretario del Ayuntamiento Alfredo Vázquez Espinosa, y cuando las llamas tomaban mayores proporciones, fueron arrojados a la hoguera, en la que ardían imágenes y objetos de culto, donde a los pocos momentos quedaron carbonizados.
Sin embargo parece que les dispararon antes de arrojarlos al fuego