“Los familiares de la Inquisición española” de Gonzalo Cerrillo Cruz
Los llamados «familiares» de la Inquisición, tópicamente denominados «los ojos y los oídos del Santo Oficio», términos que habían inducido a considerarlos de entrada como la red de soplones de los que se valía la Inquisición para llegar a cada rincón y a cada sujeto.
Según Lorena Ortega Gómez:
“El estudio jurídico dedicado a los familiares del Santo Oficio mas completo se lo debemos precisamente a un historiador del Derecho, Gonzalo Cerrillo Cruz, que realizó la tesis con el titulo Los familiares de la inquisición española (1478-1700) leída en 1991. Posteriormente en el 2000 publicaría una obra “Los familiares de la Inquisición Española”. En ella se amplio el periodo estudiado al incluir el siglo XVIII. La principal aportación de esta obra radica en que no se limita a los temas tradicionales, como el numero o los problemas jurisdiccionales entre las autoridades civiles e inquisitoriales derivados de la protección otorgada a los familiares por el fuero inquisitorial, sino que se ocupa de estudiar pormenorizadamente el origen de dichos servidores, los requisitos para solicitar el cargo y cuando se establecieron, el procedimiento administrativo necesario para la obtención del mismo, sus privilegios y funciones, así como un estudio de su situación en cada uno de los reinados. La base del análisis la constituyen las fuentes de carácter general, cánones conciliares, bulas pontificias, leyes de Cortes, concordias, cedulas reales, autos del Consejo, correspondencia entre los tribunales y el Consejo, memoriales, censos, etc. Algunos de estos textos se conocían, pero no habían sido analizados en una misma obra”.
“Los familiares de la Inquisición española”, editado por la Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, Valladolid, 2000
«Gonzalo Cerrillo despliega ante nuestra vista un análisis polifacético de los familiares de la Inquisición, desarrollado de principio a fin sobre una base de solidez incontestable: la información que proporciona por una parte las fuentes jurídicas normativas de carácter general (seculares y canónicas) o las estrictamente inquisitoriales; y, por otra parte, un corpus documental de la variada más naturaleza. Uno y otro tipo de fuentes que constituyen un aparato crítico de imponente volumen, a través del cual es posible contemplar y entrar en la valoración de las particularidades específicas que la figura de los familiares presenta en cada uno de los Reinos peninsulares y, más aún, en cada uno de los tribunales inquisitoriales en ellos existentes.»
Gonzalo Cerrillo Cruz, Doctor en derecho. Funcionario de Habilitación nacional, categoría superior. Secretario General del Pleno del ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón.