El Secretario de Arguedas, Ramón Muruzábal Ruiz, se ha jubilado
Estuvo 38 años de secretario en el Ayuntamiento de Arguedas
“He recibido muchas muestras de afecto y cariño, incluso de personas que no me lo esperaba”
No es sencillo ser profeta en tu tierra y aguantar en un puesto público de gran relevancia 38 años y medio. Ramón Muruzábal Ruiz se estrenó de secretario en el Ayuntamiento de Arguedas el 3 de agosto de 1974 y se jubiló el 31 de enero de 2013. En estas casi cuatro décadas deja un trabajo ininterrumpido de entrega total a su pueblo, respondiendo a las diez corporaciones con las que ha convivido, cumpliendo su trabajo con la legalidad vigente y sin ningún criterio partidista.
Ramón Muruzábal Ruiz nació en Arguedas el 4 de enero de 1948 en el seno de la familia formada por Ramón Muruzábal Hermoso de Mendoza y Tomasa Ruiz Urzaiz, natural de Carcastillo. Fue el tercero de cuatro hermanos: María Asun, Mari Carmen, Ramón e Ignacio (éste falleció con 21 años en mayo de 1974). Está casado con Isabel Arellano Catalán y el matrimonio tiene dos hijos: María Soledad y Javier.
Estudió en el colegio público de Arguedas, teniendo de maestros a Javier Pastor, Mariano Urzaiz, Emilio Catalán y Juan José Gárriz, entre otros. El Bachiller lo cursó en el colegio de los Maristas, en Pamplona, y se licenció en Derecho en la Universidad de Navarra. “Me decanté por una carrera de letras porque las opciones tampoco eran muchas”, comentó.
Muruzábal comenzó a trabajar en la Cámara Sindical Agraria donde ejerció de letrado asesor de los Empresarios Agrícolas de Navarra. “Por aquellos años era más fácil encontrar un trabajo y tuve suerte. Estuve en Pamplona de febrero de 1971 a julio de 1974. La muerte de mi hermano Ignacio fue determinante para mi futuro. Pensé que debía regresar a casa para estar cerca de mis padres y hermanos en esos momentos tan duros, aunque debo reconocer que en Pamplona me encontraba muy a gusto”, dijo.
Recuerda que por entonces se jubiló el secretario del Ayuntamiento de Arguedas y el alcalde Jesús Floristán Nieva le ofreció el puesto. En aquella corporación -todavía con Franco de jefe del Estado- ejercían de concejales José Luis Gil Sola, José María Samanes, José Ignacio Urmeneta, Julio Setas, Alejandro Urmeneta, Emilio Rodrigo ‘Sales’, Mariano Bronte, Juan José Aguirre, y Alfredo Mayo, que después se convirtió en alcalde.
Diez corporaciones
Ramón Muruzábal asegura que el paso a la democracia fue bastante acusado en los primeros años y no esconde que en muchas ocasiones sintió inquietud por el puesto de responsabilidad que tuvo a lo largo de diez corporaciones. “En estos 38 años y medio tuve la ocasión de ser el secretario de 7 alcaldes y compartir horas y amistades con cerca de 120 concejales”, señaló.
No duda en asegurar que nunca tuvo tratos de favor y que siempre actuó “respetando la legalidad vigente”. “Entiendo que muchos concejales llegaban al cargo con muchas ganas de trabajar y de hacer cosas por el pueblo. Yo siempre traté de orientar y darles a conocer las normas porque el secretario tiene, entre otras, las funciones de control jurídico y económico, además del asesoramiento legal preceptivo”, añadió.
Se va consciente y satisfecho de las numerosas vivencias “la gran mayoría agradables”. “Me voy con la satisfacción de sentirme bastante profeta en mi tierra. En gran parte esa experiencia la estoy comenzando a vivir ahora, ya jubilado. He recibido muchas muestras de afecto y cariño, incluso de personas que no me lo esperaba”, confesó.
Muruzábal también resaltó que no es fácil estar tantos años en tu mismo pueblo como secretario. “Nadie es perfecto, pero puedo asegurar que siempre me he entregado por el bien de mi pueblo y creo que ahora los vecinos reconocen mi labor de forma mayoritaria. Sé que antes iba por la calle un tanto cohibido y ahora voy más relajado y suelto”, reconoció.
Dice que en fiestas de Arguedas echará en falta esos actos oficiales a los que siempre asistió y, sobre todo, “los buenos ratos en el palco de la plaza durante las vacas y el día de la procesión, cuando pase la corporación municipal acompañando la imagen de nuestros santos”, mencionó.
En su despedida tuvo un recuerdo especial del homenaje que le rindieron los alcaldes y concejales con los que tuvo ocasión de convivir. “Fue un día que no olvidaré y me sentí muy satisfecho por las muestras de amistad y cariño que me demostraron”, concluyó.