Cabanillas Enriquez, Ramón
(Cambados, 3.6.1876 – 9.11.1959). Poeta español en lengua gallega. Se le considera uno de los escritores más destacados de la literatura gallega del siglo XX, aunque puede situársele más propiamente en una etapa de transición entre el siglo XIX y el XX. Recibió en vida el apelativo de «Poeta de Raza». Su producción poética muestra sus dotes como versificador en numerosos registros temáticos y estilísticos, como el amoroso, el religioso y el cívico.
Apoyó el movimiento agrarista y perteneció a las Irmandades da Fala, lo que hizo que se le considerara un símbolo del nacionalismo anterior a la Guerra Civil. Ingresó en el Seminario de Estudos Galegos con un discurso que llevó el título de As romaxes de Nosa Señora da Franqueira. Apuntes dun ofrecido (publicado en Nós, 1927); en la Real Academia Galega, con el discurso A saudade nos poetas galegos (1920); y en la Real Academia Española, junto con Cotarelo Valledor, el 26 de mayo de 1929, con un discurso sobre la vida y obra de Eduardo Pondal.
Después de sus primeros estudios entró en el Seminario de San Martiño Pinario (1889-1893), que le proporcionó una sólida formación clásica. Desde allí pasó a ejercer funciones burocráticas en su pueblo natal, en una notaría y después en el ayuntamiento, donde estuvo trabajando diez años. Contrajo matrimonio con Eudoxia Álvarez y emigró a Cuba en solitario en 1910.
En La Habana fue contable de comercio y administrador del Teatro Nacional, que era propiedad del Centro Gallego, para el que dirigió el boletín El Centro y redactó unos nuevos estatutos. Volvió a Cambados en 1912, donde había quedado su esposa y, después de asistir a un mitin de Acción Gallega en Villagarcía, simpatizó con las ideas del movimiento agrarista de Basilio Álvarez.
Unos meses después volvió a Cuba y allí publicó su primer poema, en la revista Suevia («Lonxe», 1910) y su primer libro, No desterro (1913). Después de dos años volvió a España y comenzó a trabajar como secretario del Concello de Mos (1916-1924); participó activamente en la vida cultural y política de la época, hasta el punto de figurar como candidato para la Asamblea Constituyente en 1931.
La Guerra Civil le sorprendió mientras vivía en Madrid; de allí se trasladó a Valencia, donde se encontró con Castelao. En 1937 volvió a Cambados y comenzó a trabajar como secretario de distintos pueblos gallegos (Silleda, Moaña, Meaño, Meis, Dozón). De nuevo en Madrid, organizó una tertulia en el café Lyon d’Or y acabó volviendo a Cambados al final de su vida.
El conjunto de su obra resulta amplio, complejo y de difícil catalogación. En cuanto a sus libros de poemas, el primero es No desterro. Visións galegas (En el destierro, Visiones gallegas, 1913), que contiene poemas patrióticos cercanos a la poesía de Curros Enríquez, si bien Cabanillas se mantuvo cercano al catolicismo; en él se percibe la lectura de Rosalía de Castro, así como influencias modernistas. Lo mismo sucede en Vento mareiro (Viento marino, 1915).